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lunes, 28 de junio de 2010

Dios se lleva todo lo malo de tu vida y te deja todo lo bueno!

Esta frase realmente me puso a pensar cuando la vi, especialmente por quien lo puso. Todo lo malo implica mucho, quizás quien lo puso se refería a su ex y su anterior relación y se limitó a eso, esperaría que se refiriera también a actitudes, ideas, comportamientos y viejos preceptos caducos que no llevaran a esta persona a ninguna parte si se mantuvieren en su día a día.

Para mi, que no soy una persona precisamente católica practicante, Dios obra de manera maravillosa en cada una de nuestras vidas, creo que somos seres humanos imperfectos de nacimiento y la vida se nos da con el afán de mejorar, de aprender, de crecer y de trascender. De siempre me he considerado una persona muy bendecida, algunos lo llaman suerte, pero en realidad creo que no se trata de suerte, para mi todo lo que hacemos tiene efecto boomerang sobre nuestras vidas, por lo tanto quizás mis bendiciones sean respuesta a mi manera de ser y comportarme con los demás, quizás en este momento no este siendo muy modesta pero al César lo que es del César, mis padres me criaron bajo los preceptos de: haz el bien sin mirar a quien y no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti, así que en la medida de lo posible siempre he tratado de basar mi comportamiento en eso.

Creo también en que cada persona es un mundo diferente, con gustos parecidos quizás, actitudes similares adoptadas de acuerdo al entorno en el que se crece, aptitudes coincidentes dependiendo del lugar donde se formó, pero siempre habrá algo que diferencia a una persona de la otra, ninguna de las mezclas de actitudes, aptitudes, gustos y disgustos hasta ahora ha llegado a repetirse y es por esto que cada persona es un ente diferente. Por ende no se puede generalizar y decir q alguien es malo o bueno para todo el mundo, quizás alguien fue malo para una persona porque quizás esa mezcla de actitudes, aptitudes, gustos y disgustos distaba mucho de lo que la otra persona necesitaba en su vida, y sólo se dio cuenta de esto cuando se pasó el efecto de enamoramiento que causa la oxitocina en nuestros cuerpos. Cuando empezamos a convivir con la otra persona y vemos que sus defectos lo opacan, lo cambian, lo hacen feo o malo. Muchas veces antes de juzgar debemos de salir un poco de nuestro cuerpo y vernos desde afuera, alguna vez te has preguntado quien eres tu?, cómo te ves?, cómo te ve el resto?, cómo te comportas?, te considerarías una persona que aporta al mundo o eres una de las que sólo sigue la corriente?. En general creo que la gente pasa muy ocupada cómo para hacerse estas preguntas, y pasa por la vida sin siquiera detenerse a pensar en esto.

Quien soy yo?
Soy una mujer que nació hace 27 años en Noviembre por lo tanto mi signo zodiacal es el Escorpión. Mi carácter puede variar un poco, pero por lo general es fuerte. Soy una líder, independiente, responsable y de mente abierta para aprender todo lo que pueda. Prefiero desarrollar mi capacidad intelectual antes que cualquier cosa, siempre he pensado que la mente está por encima de la materia. Soy cariñosa y me gusta demostrarlo físicamente, no considero que haya un momento ni una forma especial para demostrarle a las personas que amamos que lo hacemos. Actúo a veces por impulso, por gustos y por presentimientos. Creo tener muy desarrollado mi sexto sentido, no me gusta equivocarme pero cuando lo hago trato de aprender de ello y se reconocerlo. Soy emprendedora y trato de canalizar toda mi energía para conseguir lo que quiero. A veces soy débil pero cuando esto sucede prefiero encerrarme y no demostrarle al resto que lo soy, en eso puedo resultar orgullosa e infantil. Me gusta hacer reír a las personas que están a mi alrededor, pero no soy siempre constante, a veces me siento como un nómada que va por ahí repartiendo alegría que asoma esporádica en la vida de otros, pero es algo y son pequeñas huellas de mi paso por aquí.

Cómo me veo?
Me veo como un camaleon, que se adapta a su entorno sin que esto signifique ser hipócrita, trato de ser lo más coherente con mi comportamiento.

Cómo me ve el resto?
Por lo general me ven como una persona descomplicada que le gusta andar de payasa por la vida y alguien que puede brindar consejos sinceros.

Cómo me comporto?
Depende del entorno, si estoy rodeada de niños, soy una niña más, juego, bailo, canto, salto, río, en fin. Si estoy en una cena de negocios trato de escuchar más y hablar menos, con el único fin de entender y aprender de los demás, no soy una parte pasiva de la reunión pero tampoco me excedo con comentarios u opiniones fuera de lugar.

Me considero una persona que aporta en este mundo, soy un agente de cambio, a veces con mi ejemplo, otras con mi conocimiento, me gusta enseñar lo aprendido y demostrar con mi ejemplo cuando las personas toman actitudes equivocadas.

Ok, pero que tiene que ver toda esta descripción personal con el tema de la entrada? Para mi tiene mucho que ver, empezaré por decirles que era todo lo malo que yo tenía antes de "mi crisis" (entiendase por el momento en que terminó mi relación de 10 años con mi ex, al cuál le agradezco que por fin haya puesto el punto final a una historia que no tenía por que seguir).
Antes solía ser celosa, algunos me dirán que tuve motivos, otros que no, a la práctica nunca hay motivos suficientes para enfermarse de celos. Ahora me doy cuenta de que una pareja no es un objeto al cual se deba cuidar bajo llave como un diamante, una persona es un ente, alguien con sentimientos y pensamientos igual que yo, alguien que también busca ser feliz y si de momento está conmigo es porque yo le brindo esa felicidad, de la misma forma se que la felicidad no es eterna y que las relaciones se construyen del día a día, cuando una relación se vuelve monótona es altamente probable que una de las dos partes busque a alguien más y no es culpa de alguien en especial, ni de la/(el) "otra/o", es culpa de ambos que no supieron forjar bien su relación. Alguna vez me comporté así y me arrepentí, lo único que conseguí fue envenenar mi corazón y perder la fe en mi pareja.

Durante todo mi vida he visto el comportamiento de las personas a mi alrededor, he visto relaciones realmente caóticas, donde la falta de respeto es el pan de cada día, no defiendo ni a hombres ni a mujeres, creo simplemente que siempre somos culpables de lo que nos sucede. Un ejemplo: si en una pareja discute, la mujer reclama y reclama, grita, e incita, vine el esposo y le pega, muchas mujeres dirían que el hombre tiene la culpa que a la mujer no se la toca ni con el pétalo de una rosa, es cierto no deberían pegarle a una mujer, pero la mujer tiene la culpa porque con un reclamo repetido, bullicioso, quizás exagerado lo único que va a conseguir es una reacción violenta de parte del hombre que sólo quiere que se calle. Y finalmente si sucede y sigue con ese hombre, es su culpa por quedarse con él a pesar del maltrato. Por eso cada quien tiene lo que quiere tener en su vida. Hasta ahora no he sufrido este tipo de maltrato, soy una persona demasiado pacífica y por lo general trato de extrapolar mi paz hacia el resto de las personas para obtener el mismo trato de parte de ellas. He visto tantas cosas, tantos abusos y siempre he dicho que no quiero ser presa de esos comportamientos.

Lo malo también significó mi pasividad con respecto a mi desarrollo profesional, me estanqué porque prefería pasar más tiempo hechada en una cama un fin de semana o me estanqué porque me daba miedo de que al alejarme perdería a mi pareja. Al final la perdí y no obtuve otra experiencia de tipo profesional fuera del país como quería. Tenía miedo de emprender algún negocio porque quizás si no me iba bien nadie me apoyaría, al final igual uno siempre está solo e igual debe luchar.

Lo malo también fueron mis adicciones, quizás no eran tan graves, pero adicciones al final, ya llevo 6 meses sin fumar y he dejado de beber en cantidades industriales.

Podría seguir todo un día hablando de todo lo malo que se llevo de mi, pero lo bueno que me dejó no tiene valor, me dejó seguridad, me dejó amor, me dejó comprensión, me dejó buenos aprendizajes y sobre todo la oportunidad de amar y de seguir siendo mejor, la oportunidad de corregir mis errores y avanzar. Siempre una crisis debe verse como una oportunidad, como el momento de hacer borron y cuenta nueva y así empezar a escribir quizás la misma historia de tu vida pero desde otra perspectiva, mejorando siempre ese borrador imperfecto que empezó el día en que naciste.

Aún rezo en las noches por todas aquellas personas a las que amé, amo y por aquellas a las que amaré a lo largo de mi vida, todas aquellas han incidido e incidirán de alguna forma en lo que soy ahora y no me queda nada más que agradecer a Dios por escuchar siempre mis oraciones y por haberse llevado todo lo malo y dejado lo bueno y porque tengo fe de que seguirá haciéndolo.

Te amo.