Gracias por la paciencia infinita, por el amor desmedido, callado y paciente que no se desapega incluso cuando estamos lejos.
Por el amor inteligente que me da mis espacios, que adivina la soledad en mis ojos y no me agobia pidiéndome explicaciones, sino que me abraza con esa mirada amorosa en la que descubro a la niña solitaria siendo abrazada por ese angel de luz que siempre está ahí cuando más lo necesita.
Porque a pesar de los despistes y de la inocencia de niño, que aún mantienes, se que te importa nuestro bienestar, cuidas de mi y de Alice como tu más grande tesoro y haces de todo por hacerme entender lo mucho que me amas.
A veces me odio por lo injusta que puedo llegar a ser, por no darte el lugar que realmente mereces y que el tiempo aun no te reconoce. Quizás no sea cuestión de tiempo, quizás solo sea cuestión de mi y de dejar ir. Hay sentimientos que simplemente se resisten a irse.
Analizo un día común nuestro y siempre a pesar del cansancio, me regalas esa sonrisa, con picardía, con amor, con deseo y en esos minutos entiendo cuanto valoras ese momento, así como yo.
Siempre pienso que escogí bien, aunque seas un gamer, aunque siempre prefieras quedarte en casa y no compartir con nadie, se lo importante que es para ti estar juntos, en casa y tranquilos.
Entre mis planes de este año está el amar mejor, dejar ir y ser libre con todo lo que esa palabra implica.
Gracias!
