decir, que la coherencia no es un común denominador en la vida de las
personas. Decir una cosa y hacer otra es un comportamiento tan global
entre las personas que me rodean que ya asquea.
Trato de ser justa en mis acciones, pienso mil veces las posibles
consecuencias de cada paso que doy y quizás como podría afectar al
resto de las personas. Porque creo firmemente que si estamos aquí es
para ayudar a hacer crecer de la mejor forma este universo, es como
cuando por fin logramos comprar una casa y la arreglamos y la ponemos
bonita y luego le ponemos jardín, la pintamos, la decoramos linda, la
mantenemos limpia etc. etc etc. Debería ser ya una costumbre, pero la
verdad es que no es así, ya cansa hacerlo. Trato de aceptar que todos
somos diferentes y que cada cual actúa de acuerdo al entorno en el que
ha vivido y vive, pero es difícil encontrarse con que a la mayoría de
esas personas le falta algo demasiado importante, algo cursi tal vez,
algo utópico, pero que es muy real y es amor. Es medio loco decir que
cuando una persona ama de verdad todo a su alrededor se pinta
diferente, pero es cierto y no hablo de la típica etapa en la que uno
está enamorado y ve elefantes color rosa pasar por el cielo. Hablo de
amarse de verdad de encontrarse consigo mismo y aceptarse tal cual es
con sus limitaciones y con sus virtudes. De encontrar a Dios, Javeh,
Jesús, o quien sea el ser supremo que los gobierne y poder escucharlo,
el conocer su propósito aquí. Una persona que ama de verdad puede
simplemente avanzar en la vida rodeada de gente mala y salir ilesa,
porque nada de eso le afecta, porque lo acepta, porque lo reconoce,
por que sabe que sin la maldad la gente no podría aprender. Pero creo
que para llegar a eso hacen falta muchas crisis, lo peor de todo es
que la mayoría de las personas vivimos en constantes crisis y nos
hemos acostumbrado a ellas, sin detenernos a pensar en el porque de
aquellas, cual es el mensaje?. Lo único que hacemos es decir: por que
a mi? Tengo mala suerte, Dios se ha olvidado de mí, es la maldita vida
que me tocó y cosas por el estilo. Que estupidez echarle la culpa a la
vida de nuestros malos resultados. Es como cuando un fumador se queja
porque tiene cáncer de pulmón.
Y es así que van por la vida envidiando al que logra el éxito, en
lugar de preguntarse como lo hizo para hacerlo mejor y llegar aún
mucho más lejos. Se llenan la cabeza y el corazón de envidias, de
resentimientos, de trabas y de necedades que no las llevan a ningún
lado y luego se preguntan por que el mundo está así, por que la gente
es metida, por que les va mal. Si no actúas con coherencia, no esperes
que la vida sea coherente contigo.
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