RSS Feed

  • Twitter
  • Digg
  • Stumble

lunes, 18 de junio de 2018

5 Minutos



Escribir algo desde el corazón...

Durante el tiempo que llevo de vida he aceptado cada reto con el temor normal y la convicción de que no estoy sola para superarlo. He comteido muchos errores, algunos de los que me arrepiento infinitamente, pero siempre he tratado de ocasionar la menor cantidad de daños colaterales.

Soy orgullosa, sí. Soy resentida, sí. Pero de la misma manera se que soy muy amorosa, se que siempre haré las cosas con bondad y pensando en cómo me gustaría que me traten a mi. He esperado pacientemente cada señal que el universo, Dios, Odin o quien fuera, me de para afrontar ciertas situaciones. Algunas causan mucho dolor, más del que físicamente pueda soportar, pero quizás nunca pueda entender ese dolor que solo yo se que existe y del que no tengo como evitar. He tratado muchas cosas, ejercicio, distracciones, pintar, tocar un instrumento, rodearme de gente divertida y querida, llorar, escribir, yoga, meditación, comer sano, en fin. Quizá no estoy dosificándolos adecuadamente, siento que simplemente nado, nado, nado y la orilla se ve cada vez más lejos.

Lo más probable es que si me encuentre en ese selecto grupo de personas con órdenes en el cerebro desubicadas que escretan sustancias inapropiadas en dosis inapropiadas y por eso me siento así, o quizá solo sea la tristeza infita que cada cierto tiempo regresa en loop, tras loop, tras loop. Sería todo diferente? No, no lo sé. Ahora simplemente es imposible. 

Así me siento, así estoy yo, un poco egoísta? Si, bastante, pero de vez en cuando necesito desacelerarme para darme el tiempo de pensar en mi y en lo que estoy haciendo mal, como vivir en un mundo que solo existe en mi cabeza desde hace mucho tiempo. 

¿Dejaré de hacerlo? Probablemente, probablemente solo me engañe. Hay algo que no me deja continuar, un esperar, quizá deba dejarlo a un lado y ya, si tan solo supiera cómo.

Ya se te acabaron los 5 minutos (ordena el cerebro), a sonreir y echarle ganas como siempre. Todo pasa por algo, el mensaje nunca es el equivocado, están en el lugar en el que debes de estar, te va bien y tienes a quienes amas y te aman, los que realmente lo demuestran, ¿acaso eso no es todo lo que necesitas?

Si señor, (sonríe, se seca las lágrimas y se pone en pie)

Gracias! Por la vida que se gesta, por la felicidad en la familia, porque tienes una señal más de que estás en el camino correcto. 

Gracias! Por el amor, la paciencia, la perseverancia, la preocupación, por estar ahí, por hacer de mis días y mis cargas más ligeros.

0 comentarios: