Había dejado de escribir y ya que le hacía falta, no era por falta de inspiración era más bien falta de tiempo. Desde hacía dos meses su "agenda" de fines de semana había estado bastante apretada y no había podido relatar cada viaje como se le había antojado. Esperó poder hacerlo en ese momento, la mayor parte de lo feliz que se sentía en ese instante empezó con ese viaje a Canoa, al que le tenía tanto miedo y que resultó ser espectacular.
La segunda noche de juerga prometió ser ella la que cuidaría de sus amigas ese día, era lo más justo después de que ellas le cuidaran la espalda la noche anterior y así fue, se decidió a no beber aquella noche. Mientras estaban bailando esa noche la llamó otra de sus amigas "problema" las llama así por la historia que lleva, se sentía mal y coincidentemente también estaba en Canoa, la fue a buscar, estaba cerca donde ella bailaba. No le tomó más de 5 minutos encontrarla y se dio cuenta de que efectivamente estaba mal, al parecer algo de lo que comió le sentó mal y estaba con nauseas. La llevó con el resto de amigas y conversaron un rato luego de las presentaciones respectivas.
Su amiga estaba muy mal y le pidió que la llevara a otro lugar, necesitaba descansar, ella y su mejor amiga la llevaron al hotel, después de que en el camino su estómago no resistió. La dejaron descansando y regresaron comentando en el camino lo malas amigas que eran las chicas con la que la chiquita había ido hasta Canoa. Las amigas de verdad no dejan botadas a sus amigas!.
Llegaron al lugar de donde salieron y siguieron bailando, ella se dedicó a repartir la bebida oficial de la temporada "Zhumir" en su versión con sabor a sandia. Y presenció durante toda la noche como se divertían sus amigas. Las cuido, las levantó, las ayudó a cambiarse y todo hasta que por fin se acostaron a descansar. Ella no hacía más que reírse porque sabía que ella también se ponía así cuando eran sus amigas quienes la cuidaban.
Al siguiente día no hubo chuchaqui, ni malestar, ni nada, se sentía bien eso, hacía mucho que no se levantaba así luego de una farra y para sus adentros se prometió que trataría de que sus siguientes mañanas de fiesta sean así. Conversaron, se burlaron, se avergonzaron, en fin, aquellas cosas que uno vive cuando es joven. Se fueron a la playa a descansar, se pasaron una hora metidas en el mar conversando de lo bien que se sentía estar así, de cómo las heridas iban sanando poco a poco en su compañía.
Al cabo de unos minutos regresaron a la playa debajo de la carpa y recibió la llamada de su primo que le avisaba que su familia estaba allí y que estaba yéndola a ver para reencontrarlos y conversar un rato. Fueron con su familia, se saludaron, conversaron un rato, comentaron acerca de la diferencia de cuerpos y actitudes que allí habían. Se hizo tarde y tenía hambre, se excusó y se regresó con el primo a la playa para ir a comer cuando recibió otra llamada de otro tío diciéndole que también estaba allí y que querían verla, sus abuelos también habían ido a verla, se sintió muy bien. El sol estaba inclemente ese día, no usó mucho bloqueador solar así que el sol hizo de las suyas. Después de conversar un rato y darle cariño a todos se despidió, su primo y su novia la acompañaron, a la novia de su primo se le antojó llevarla a presentar a su familia y así fue, cuando se lo presentaron realmente no le llamó mucho la atención, el hambre podía más en ese momento, aparte estaba apurada porque luego de comer debía llevarle la comida a su Gis. Se despidió y se fue.
Comió sin sentir, fue cuestión de minutos y salió volando con la comida para su mejor amiga que la esperaba en la playa. Luego llegó su amiga de Quito con más amigos, compraron cerveza, conversaron, se tomaron fotos, intercambiaron números, vieron el atardecer juntos, para variar tomó fotos a sus amigas con un hermoso paisaje y luego se fueron al hotel a descansar un poco, bañarse y alistarse para la noche.
Estaba muerta, hubiera querido dormir un rato, pero era su última noche y como había venido haciendo, mientras se maquillaba repetía las palabras que siempre utiliza para asegurarse la mejor noche. Sus amigas se burlaban y sólo decían q estaba loca. Aún quedaba una botella de su vino preferido y se hizo a ella apenas pudo. Ya nadie quería beber, algunas aún cargaban con el malestar de la noche anterior, así que empezó ella sola. Luego llegó su primo a decirle que se unan a su grupo de amigos. Fueron se presentaron conversaron un rato y empezaron a bailar, ella aún recordaba vagas escenas de esa introducción. Se recordaba por lo menos de cuando cambió de pareja de baile hasta llegar con aquella persona que la hace suspirar. Recordaba los juegos con espuma de carnaval, las locuras de Daniela que la arrancaba de los brazos del chico para llevársela a tomar fotos y hasta cuando le dijo a su Gis, ummm este niño tiene ojos bonitos.
Se levantó con el chuchaqui moral con el que se levantan aquellas personas que intuyen que han hecho alguna travesura la noche anterior pero que no saben a ciencia cierta que sucedió. Sus amigas no demoraron en contarle todo y ella no podía más que morirse de la risa y sonrojarse. Al final sus amigas la conocían y sabían como se comportaba, se ahí que siempre se cuidan las espaldas unas a otras. Le escribió un mensaje a su primo disculpandose y éste lo único que le dijo fue que no se preocupara que le había caído bien a todos y que el hermano de su novia estaba interesado en ella a tal punto que le había pedido su número.
La mañana pasó, recogieron todas sus cosas y tomaron una furgoneta que los llevaría de regreso a Bahía para tomar el bus de regreso a casa... Y en su mente sólo recordaba esos ojos bonitos...
0 comentarios:
Publicar un comentario