RSS Feed

  • Twitter
  • Digg
  • Stumble

lunes, 29 de noviembre de 2010

Domingo atípico

Ayer fue uno de esos días que deberían repetirse de tanto en tanto. Gracias al bendito censo de población y vivienda las ciudades de mi lindo país parecían ciudades fantasmas, por fin un gran respiro para esta partecita del planeta. Y mientras tanto cada uno en su casa tenía tiempo de arreglar, de poner el bendito arbolito de navidad, por cierto aún no he averiguado de donde nació esa tradición y por qué la adoptamos. Muchos tuvieron tiempo para por fin compartir en familia, para darse un respiro de sus apuradas vidas y simplemente descansar. Y por mi lado tuve tiempo de descansar, de leer, de arreglar ciertas cosas y mientras sacaba papeles viejos de mi cartera me topé con la impresión de dos páginas que hice hace casí un año, no lo había titulado, quizás en aquella época no atiné a encontrar palabras tan fuertes que describan su contenido. A medida que avanzaba el coraje, la rabía y la impotencia de aquellas épocas iban tomando fuerza dentro de mi. Ahora me averguenzo de haber escrito todo eso, por suerte nunca lo envié a su destinatario. Es increible como en ciertos momentos uno puede contener tanto mal dentro.

Gracias a esa carta no enviada, pensé todo el día de ayer en tí, desee que hubieras cambiado en todo aquello que te reprochaba en aquella carta, de corazón deseo que todo haya cambiado en tu vida y que ya estés viendo más allá de tus narices. Pero también gracias a ella, tomé valor, me di un respiro y agradecí que las cosas hayan pasado así. Me tranquilizó saber que no estoy equivocada en cuanto a mis convicciones y mis deseos.

La esperanza que llevo dentro es enorme y me hice una promesa ;)

Entre mis rutinas diarias como ya has de saber está ver mi canción de hoy de mi querido H y la canción cayó perfecta a lo de ayer.

Alice

La voz - Manolo Tarancón

Hoy he despertado con sudores fríos. Me atraparon sueños que hace tiempo olvidé. Me he quedado quieto mirando el techo, buscando repuestas, motivos, porqués. Hoy ha sido cruel en mi el subconsciente. El viento y tu árbol, me enviaron la voz, que sin descanso repetía y juzgaba, todo mi yo. Tropezarás con eternos miedos, se esfumará tu felicidad. No luches, no valdrá de nada. Ya sabes que siempre te diré la verdad. Hoy he envejecido diez años y un día. Hoy he reunido el suficiente valor, para hacer frente a crónicos miedos, que me acompañan allá donde voy. Y aunque la voz seguía y seguía en mi mente enumerando carencias y más. Yo intentaba restarle importancia, lo único que repetía una vez más. Nunca podrás sentirte pleno, seguirás sin confiar en ti. No esperes que nadie permanezca a tu lado, ya sabes que siempre decidieron por ti. Han pasado días de todo aquello, queda tan lejos que no quiero pensar. Se ha declarado en mi mente una nueva guerra civil.

0 comentarios: