Un mundo de preguntas, a veces sin respuestas
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lunes, 21 de agosto de 2017
Táctica y estrategia - Mario Benedetti
lunes, 14 de agosto de 2017
Mi experiencia The Samurai Game
Mi única expectativa cada vez que voy a un curso es aprender, porque estoy consciente de que no se nada y debo aprender mucho.
Este en particular era fortalecer el liderazgo. No voy a contar los detalles técnicos del curso porque la idea es describir cómo me sentí durante el mismo.
Al inicio me sentí cohibida por la forma en la que habían colocado las sillas para los asistentes, en forma de U, solo sillas sin mesas ni nada, en medio de un salón muy amplio. Esa ubicación indicaba que era casi que una sesión de mirar a los demás y hablar de uno mismo y a veces cuando uno guarda tanto, eso suele ser peligroso.
El instructor siguió con la descripción del origen del juego, y la agenda a seguir. Acto seguido pidió que nos paráramos y que empecemos a caminar dentro del salón sin tocarnos y solo caminar, quería ver el flujo de energía que emanaba de nuestros cuerpos. Y empezaron las triadas, debíamos hacer grupos de tres personas, desconocidas totalmente, presentarnos y responder a la pregunta: ¿En qué disciplina o actividad podrías ser campeón mundial?
Ajá y yo que valgo pistola en cualquier disciplina dije "me jodí, ya sabemos quién será la loser del grupo". Y así pues se presentó la primera persona, dijo donde trabajaba y qué hacía en su empresa, respondiendo a la pregunta dijo que podría ser campeona de tenis (y mi cerebro solo atinó a pensar que disciplina más aniñada ha escogido!) y si no era eso pues era buena organizando eventos. Muy bien!
La segunda persona dijo su nombre y donde trabajaba seguido de todas las actividades que realizaba. Ella podría ser campeona mundial de maquillaje.
Y luego estaba yo, diciendo los nombres que mis padres habían escogido para mí y tratando de explicar que hace la compañía para la cual trabajo y mis actividades. En el poco tiempo que tuve traté de pensar en qué disciplina o actividad podría ser campeona mundial y la verdad es que me dije a mi misma: para lo único que eres buena es para escribir huevadas. Pero obvio no iba a decir eso así que se me ocurrió decir que podría ser en manualidades.
Segunda ronda: menciona 3 momentos felices de tu vida. Bien!
De la misma manera, debíamos caminar por el salón y luego agruparnos de a tres. Igualito nos presentamos y me pidieron que esta vez yo responda primero. Blanco total en mi cerebro, no puede ser que no pueda mencionar tres momentos felices de mi feliz vida! Atiné a decir que el día en que nació mi hija, pero en mi cerebro analizaba si realmente fue uno de esos momentos, luego recordé lo difícil que fue, el miedo que sentí y quizás no fue del todo feliz ese día en específico, más bien debí decir el día que por fin pude llevarme a mi hija a casa. Mi segundo momento feliz cuando supe que mi mamá había superado el cancer e inmediatamente recordé la noticia que me habían dado justo el día anterior y la preocupación que había aplacado hasta ese momento, volvió a surgir. Mi tercer momento feliz, el día en que me gradué de la universidad, eso salió sin pedir permiso, ni nada. Ni siquiera había recordado ese día, hacía tanto tiempo de eso. Insisto, es increíble cómo funciona mi cerebro.
El señor coincidió conmigo en el nacimiento de su primera hija, también fue feliz cuando renunció a su compañía en la que había logrado todo, para empezar de cero desde un escritorio en su casa, ahora su emprendimiento de aquella vez es una de las empresas de software para el agro más importante de la región.
La señora, fue feliz al enterarse de que estaba embarazada hacía una semana atrás cuando escuchó por primera vez los latidos del corazón de su bebé. También, cuando su hermano discapacitado consiguió por primera vez trabajo. Y al igual que yo fue feliz cuando se graduó.
Es impresionante las coincidencias que puedes encontrar tan solo compartiendo algo de ti. En los tres casos en dar la vida a un ser ha sido algo que nos ha dado felicidad, también poder experimentar la alegría por logros de quienes amamos y yo definitivamente me quedé con esa experiencia de renunciar a todo y empezar de cero.
Última ronda: ¿cuál ha sido tu mayor desafío?
Bueno, aquí es cuando hago de tripas corazón y obligo a mi cuerpo a no producir lágrimas para no hacer un papelón. Piensa rápido, piensa rápido!
De nuevo el paseo por el salón y el encuentro con dos personas totalmente desconocidas, risas nerviosas.
Nuevamente me toca empezar a mi y digo: sobrellevar el cancer de mi mamá! El tema más fresco en mi memoria, pero estaba mintiendo aún no lo superamos, volvimos al punto de partida. La depresión, quizas, pero ahora me pregunto si ya es otro tema cerrado. Continuo con la explicación poniéndole un final feliz a la historia. La señora se presenta diciendo de entrada que era divorciada. La presentación era de la persona, por lo que al decir eso sentí que quizás ese era su más grande desafío. Contó su historia del desafío que fue para ella sacar adelante a su mamá después de que su padre falleciera de cancer.
Luego la otra chica me pregunta si mi mamá salió bien del cancer y mentí otra vez, dije que si, y ella coincide en que también perdió a su padre por el cancer y que su desafío es lidiar con su mamá sumida en la depresión. Juro por Dios que tuve que contenerme. No puede ser que las tres personas tengamos los mismos demonios con los cuales lidiar, sin mencionar lo difícil del divorcio de la señora.
Se acaba la tríada, me reúno con mis compañeros y les digo: definitivamente yo no quiero relacionarme con nadie, no sirvo para esto!
Luego hacemos una sesión de meditación guiada. Suena a cacho pero realmente mi mente se sumió en el blanco perfecto de la meditación. Sentí físicamente la liviandad de mi cuerpo y la relajación total de mi corazón, respiré! Definitivamente necesito más de eso en mi vida, así que tocará apuntarse a las clases de yoga ;)
Tuvimos un break de cositas ricas y compartir con los compañeros, selfies para sacar pica al que no pudo ir y contarnos lo que habíamos sentido y la expectativa que nos había generado.
Al regreso el tutor nos pidió que formemos un círculo, le pidió al compañero más pesado del grupo y escogió a 4 personas entre delgadas y normales ara hacer una dinámica.
Los cuatro debían unir sus dedos índices como si estuvieran sosteniendo una pistola. Le pidió a mi compañero sentarse en la silla que había dispuesto en El Centro del círculo y le pidió a los 4 que se ubicaron alrededor de ella. Luego cada uno debía ubicar sus manos debajo de cada punto de sujeción de mi amigo. Las chicas cada una debía poner sus manos debajo de las rodillas, los chicos debajo de las axilas de mi compañero y luego vino la instrucción más extraña del mundo: Así como están, levántenlo! Y todos: ¿Qué? Eso es imposible!
Pero insistió y lo hicieron, obviamente no lo movieron ni un milímetro.
Lo que vino después fue lo que más me sorprendió del asunto.
El instructor hizo que cada uno de los cuatro pusiera la mano izquierda de cada uno, en orden de izquierdo a derecho y luego las manos derechas de cada uno sobre la cabeza de mi compañero, le pidió a mi compañero que se sintiera delgado. Hizo que repitan: nosotros podemos levantarlo. A la cuenta de 5 cada uno se ubicó en sus posiciones y lo levantaron! Sí, lo levantaron! Y ni el se lo creía y yo peor!
La moraleja: todos estamos hechos de energía y si la canalizamos correctamente podemos lograr cosas asombrosas.
Y solo con este punto podría escribir un testamento, energía bien canalizada, y es que hay tanta verdad en eso.
Continuará
viernes, 21 de julio de 2017
Depresión
Sí, aquella enfermedad que se ha vuelto una epidemia en un mundo totalmente contaminado de cosas malas. La viví, sentí y superé, a veces asoman atisbos de tristeza y recuerdos de esa época, pero me sacudo los malos pensamientos como quien se sacude un zancudo rondando por su cabeza.
¿Cómo fue para mí?
Silenciosa, aplastante, excluyente y muy dolorosa.
Literalmente sentía el dolor físico que puede llegar a causar, sentía esa presión en el pecho que no deja respirar, el insomnio que me provocaba hacía que al siguiente día me convirtiera en un zombie, un zombie que aparentaba estar bien, que siempre sonreía delante de todos, la payasa que permitió que ese estado la vaya devorando por dentro.
Para colmo de males vivía sola, miles de veces cuestionaba mi existencia. Cada vez que llegaba a mi departamento, la sonrisa se desvanecía al cerrar la puerta.
No tenía apetito, no tenía sentido cocinar para una sola persona. El cansancio me podía, trataba de concentrarme en lo que más me gustaba, la lectura, pero a veces mi mente simplemente volaba. Me hacía mil preguntas sin respuesta, ¿qué había hecho mal? Algunos días me respondía que quizás la decisión de vivir sola fue muy apresurada, otros días simplemente que mi vida estaba destinada a ser un eterno espiral de la derrota como la canción. No veía todo lo bueno que tenía, no me importaba verlo, estaba en un estado en el que veía todo mal.
No entendía cómo, si había pasado lo del cancer de mi mami, mis errores de ese tiempo y todo, me permitía estar en esa condición.
Descubrí que soy una actriz genial, nadie se daba cuenta, seguía siendo la misma "chica divertida" para todos, y yo simplemente me vaciaba más y más por dentro. Ahora siento la repercusión de todo aquello que dejé morir. Nunca más fui detallista, nunca más se me ocurrió hacer cosas lindas para las personas que amo, para nadie, ni para mis papas, ni hermanos, ni esposo, ni hija. De una u otra forma dejé que una parte de mi muriera, quizás la parte sensible de mi y es que me dolía, realmente me dolía.
La psicóloga me dijo: escribe en un cuaderno todo lo que te haga daño, repítete a ti misma que lo que pensabas que existía no existe en realidad, porque quien te ama no se va de un día para otro.
¿Cómo es posible que un día tengas un océano de sentimientos y al otro día se desaparezca todo? A algún lugar tuvo que ir, ¿o no?
Y así hice planas enteras repitiéndome que lo que había vivido tantos años solo fue producto de mi imaginación, en un intento de resetear mi cerebro para ver si así en algo mi corazón dejaba de sentir y no era solo tristeza o pena, era abandono.
Lo bueno, quizá, es que siempre fui optimista, siempre buscaba lo positivo de lo negativo. En mi obsesión de salir de ese estado, busqué gente, usé a personas y dejé que me usaran. Solo quería sentir un poquito de lo que estaba acostumbrada a sentir, vivía en una montaña rusa, a veces cargada de adrenalina por las cosas estúpidas que hice y cuando se acababan llegaba como un huracán el hastío, la insatisfacción, el golpe de realidad en el que me daba cuenta de que seguía estando en el mismo punto de partida pero más rota.
Creo que en mis genes no está la valentía de quitarme la vida y por eso nunca lo hice, ¿que si lo pensé?, sí, más veces de las que cualquiera podría imaginar e inmediatamente pensaba en lo que dirían los demás, ¿cómo se sentiría mamá?, ¿cómo se sentiría papá?, ¿qué ejemplo le dejaría a mis hermanos? (Porque tenía metido en la cabeza que soy y siempre debía ser su ejemplo, el mejor de todos).
Quizás esa responsabilidad, esa carga autoinculcada hacía que me deprima más, debía ser mejor, siempre la mejor, no podía fallar. Y si me mataba no sería más que la perdedora que confirmaba con eso que era una fracasada. Así que con esa contradicción en mi cabeza luchaba por salir del hueco.
Al rato leía frases motivacionales y más tarde veía documentales de gente que se había matado de sobredosis, también me pregunté qué pasaría si me drogaba, o medicaba, al final es lo mismo. Recordé las pastillas que tomaba para mí crisis nerviosa, recordé lo que sentía cuando estaba drogui, era raro, veía pasar todo lento, mi cerebro todo lo procesaba lento, pero al menos no tenía ansiedad. Esa ansiedad que te hace cometer estupideces. Pensé en ir nuevamente al neurólogo para que me recete, pero nuevamente me acobardé. No niego que un par de veces tomé más de la dosis normal de Xanax, pero era simplemente para poder dormir, para poder descansar y simplemente seguir.
Y así pasaron meses en los que iba a farras, a la playa, a todos los lugares posibles con amigos a los que engañaba haciéndoles creer que me divertía y que estaba superando a mi "ex", ya no se trataba solo de mi ex, era sobre todo lo que estaba mal en mi vida. Viajé, estudié, bebí, bailé, tuve sexo con desconocidos y con conocidos también, tuve nuevas relaciones tormentosas y seguía estando rota.
Un día de esos en los que las fuerzas se alejan de ti, regresaba de casa de mi mamá al departamento un poco antes de que me cambiara a casa de papis hasta esperar que me entregaran mi casa y mi mente estaba volando quién sabe dónde, mi cerebro no procesaba nada. Debía cruzar una calle que por lo general es transitada y fije mi mirada en el otro extremo de la calle a donde debía llegar, miré a los costados y sí, vi que se acercaba un carro, mi cerebro sabía que no debía echar a andar, pero mis piernas simplemente lo hicieron. El carro frenó y yo solo me vi poniendo las manos sobre el capot como si fuera a detenerlo con mi fuerza "sobrenatural", el señor frenó a tiempo y me insultó, abrió la puerta de su carro y supongo que al verme simplemente decidió seguir, insultándome, pero me dejó ir sin más. Yo no reaccionaba, solo atiné a seguir mi camino y llegar al depar. Cuando llegué estaba temblando y empecé a llorar, no como siempre, lloré toda la pena que sentía por mi misma, por haberme abandonado tanto, por haberme dejado a un lado, por haber permitido tantas vejaciones, por haberme defraudado, por haber creído durante tanto tiempo de que mi felicidad dependía de una persona y que sin ella nunca más sería feliz.
Desde aquella vez empezó el cambio, día a día era una lucha constante, pero a diferencia de antes me autoconvencía que todo iba a estar bien, que yo si podía, que solo había que hacer un esfuerzo más, todos los días, todas las noches sola.
Cuando regresé a casa de papis estaba obligada a estar mejor. Debo siempre ser el ejemplo!
Además, a menos que tuviera la valentía para autoliquidarme, tenía aún muchísimos años más de vida y era mi elección vivir ese tiempo sintiéndome menos que una cucaracha o empezaba a valorar todo lo bueno que tenía. No es fácil salir de ese estado, no es tan fácil como decir desde hoy todo cambia, pero siempre llega un momento en el que encuentras esa lucesita que ilumina el camino a la salida, a veces con ayuda, a veces a manera de accidente y otras quizás de la mano de Dios y solo hay que seguir su luz.
Nota: es la primera vez que expongo esto así y aunque me molesta hacerlo, creo que ya era hora de sacarlo. Solo espero que quien lo lea no juzgue, no haga prejuicios de esto, como siempre digo es mi forma de hacer catarsis.
Mona
viernes, 14 de julio de 2017
Despejarse
Despejarse o despojarse, librarse, de los problemas, de los pensamientos, del estrés, en fin. Es necesario, claro que sí, no podríamos vivir si no fuera de esa manera.
¿Pero qué tanto? ¿Al punto de olvidarse para siempre de todo? Eso sería como resetearse, hacer una lobotomia a elección, para unos sería fabuloso, para otros quizás no tanto. Como siempre todo debe fluir en equilibrio y como siempre nunca hallamos ese punto exacto en que todo está en equilibrio.
Yo por ejemplo, no puedo desembarazarme de mi trabajo, simplemente no puedo, pero sí de gente, y este hecho hace cuestionarme si realmente soy una buena persona, ¿o quizás debería entrar en la categoría de robot con inteligencia artificial para el trabajo?
O me miento en un intento de no dejarme afectar por decisiones que no me competen, o dejo de querer o nunca he querido de verdad, o si, pero no!
Yo no dejo, yo asumo. Sí, a veces es un error asumir.
A veces, solo a veces, corres con suerte y asumes bien.
miércoles, 12 de julio de 2017
Yo no soy de ese tipo!
No, yo soy más bien simple, aunque parezca lo contrario.
Soy de esas criaturas que pueden perderse en un segundo y vivir en su mundo de las ideas mil años luz.
Soy de las que prefieren mirar directo a los ojos y ser ese espejo en el que tu alma puede verse y sí, también veo lo que ves.
Soy de las que está siempre aunque no esté.
Soy de las que son fáciles de olvidar en momentos felices, pero a la que siempre regresan cuando la felicidad superficial acaba. ¿Por qué? No lo sé, no me inmuto, ya nada de eso hace daño, lo aprendí y lo dejo ser, yo no pierdo, incluso cuando entrego mi tiempo, gano, aprendo, conozco, vivo y es que la vida es eso, el permitirse ser, el darse, trascender.
Soy de las que prefiere ser océano, inmenso, incontrolable, impasible, inolvidable.
Pero sobre todo, ansío ser atardecer, cálido, colorido, con un brillo especial, el momento mágico de agonía del sol ante la victoria de la oscuridad que acecha, la paleta de colores que transforma el cielo en una fiesta mientras dura, que llena de esperanza los corazones de los amantes que hacen el amor con la luna, que roba suspiros de los que están en proceso de enamorarse y lanzarse al vacío y que reconforta soledades de corazones rotos en busca de ese pegamento especial que les permita confiar otra vez.
Mona
miércoles, 21 de junio de 2017
Telas de arañas
Y ahí está, otra vez en la red de la araña, tratando de despegarse y en cada intento no hace más que adherirse más y más. El masoquismo canson de leer sus mentiras, de escuchar sus dedicaciones, como la coleccionista de canciones a la que acostumbró, en una suerte de síndrome de Estocolmo, la víctima del secuestrador de su mente y si acaso de sus sentimientos también. Sabe que no está bien, sabe que solo la usa, que es un souvenir en la estantería de sus trofeos, sus conquistas banales, la supuesta conquista que no le pertenece pero que le sube el ego al saber de qué aún sigue ahí.
Soltarla no es una opción, haría lo que fuera para que se mantenga ahí donde puede dominar sus emociones. No es algo físico, no, eso sería muy vulgar, es algo que no se podría explicar, no están cerca, no se tocan, no se sienten, o mejor dicho, sus sensores están conectados a otro nivel.
Se enojan, se resienten, se pelean, se sacan en cara verdades dolorosas de realidades que no pueden cambiar, y nacen las preguntas: ¿por qué están?, ¿cuál es el objeto de esa existencia? ¿Recriminarse por siempre lo que pudo ser y no fue? ¿Recordar para siempre los únicos días en los que existieron?
Lo ve cuando se deja, con quienes quiere ser visto, estrujando los pedazos que quedan y sonríe, no le importa o de hecho le importa que sea así, ¿acaso lo disfruta?
Y sabiéndolo sigue ahí, ¿qué le pasa? ¿Donde quedó su autoestima?
Parece no importar, no le duele, no le molesta, solo pasa. ¿Acaso estará esperando algo? ¿Acaso simplemente se rindió?
Narciso!
miércoles, 7 de junio de 2017
Tiempo
El que me falta para compartir
El que exprimo para cumplir en el trabajo, en casa y para todos.
El que me da la razón.
El que ve todo pasar, heridas sanar y amor crecer.
El que doy y el que me dan.
Cansada! Pero muy feliz!
Mona
lunes, 8 de mayo de 2017
Cosas que no me gustan
* afligida *
Jebus ayúdame 🙏
lunes, 24 de abril de 2017
¡Es bueno recorder! A veces si, a veces no
Solo recuerdo…
¡Es bueno recordar!
A veces si, a veces no
Entre nosotros hay de todo
Ufffff
Hoy, traeremos este recuerdo:
Eran los primeros meses del año no me acuerdo (lo siento, mi memoria es cada vez peor, por eso dejo aquí la constancia de los hechos, quizás de una forma distinta, la forma en la que los recuerdo y podría buscar en internet, pero mejor así). Seguía en mi mood del quechuchismo, la vida es una y más vale vivirla antes que pasar encerrada en el depar sola.
Tenía un amigo de esos que se hacen por internet con el que venía chateando desde hacía bastante, el tipo un día me dice: ¿quieres acompañarme al concierto de Gun's? y yo en mi cabeza: ¿Es en serio? Pellízquenme que estoy soñando, tenía todas las ganas de ir pero una era en Quito y otra no andaba como que con tanto dinero después de unos feriados asesinos que había pasado.
Amigo: Anda, vamos que no quiero ir solito, además tengo entradas para Box.
Yo: No chucha, este man te quiere tirar después del concierto, bajito eso es after party! Yo misma: ummmm, pero en este punto, ya qué!. Por último me le hago la digna a última hora y quedo como la bruja malvada.
Yo de nuevo: Uy es lo mejor que me puede estar pasando, de ley que sí.
Amigo: perfecto, te vienes y nos topamos unas horas antes del concierto para hacer la preli.
Yo digna: Si, chévere de una.
Planee todo con toda la anticipación del mundo. Obvio, no sería la única de mi grupo en ir. Para esto me había aprendido el Chinese Democracy de memoria, sobre todo "Better", era mi nuevo himno depresivo, casi que solo quería ir por esa canción. Había estado viajando a Quito y en contacto con amigos de allá desde hacía algún tiempo. No quería gastar en hospedaje, por lo chira que estaba, me puse en contacto con otros amigos y conseguimos un hostal por la plaza Foch bastante cómodo para pagar. Fui a Quito, me topé con mi amigo el fotógrafo sin amigos, hicimos una sesión de fotos linda, jugamos rock band y luego me reencontré en el hostal con el panita con el que conseguimos el hostal y que ama a The Doors. Todo bien hasta aquí, de hecho súper bien.
Llegó el gran día y no había ni luces de mi súper amigo que me llevaría a Box. Ajá, ahí te quiero ver Mona, ¿qué vas a hacer?
Pues si señores, el súper amigo nunca se mostró y yo como puerca estaba hasta en la línea para entrar a Box, sin entrada y chira, con solo los $20 que necesitaba para regresar al hostal y a Guayahell.
Y ahí llega Choco, como siempre, a salvarme el día, el concierto, la vida. Habíamos estado en contacto desde que dejé el trabajo volando. También tenía entradas a Box, iría con su hermano y de seguro nos toparíamos en el concierto, no sabía que iba a terminar salvándome el día.
Yo en la fila con el panita que ama a The Doors con quien había hecho el viaje y que lo veo aparecer, con la mirada y sonrisa de siempre. ¿Y tu ñaño? –pregunté-. No alcanzó a venir, aquí tengo su entrada. Faltaba una hora para que nos dejen entrar. Después de decirme el típico "te lo dije", me vendió la entrada de su hermano, a plazo, para pagar en cómodas cuotitas de págame cuando puedas <3
Entramos, nos ubicamos lo más cerca posible del escenario, teníamos aun que esperar muchísimo, nos sentamos en el césped, nos paramos, nos tomamos fotos, nos revisamos los zapatos, nos revisamos las pulseritas, nos fregamos, en fin. Dejamos el tiempo pasar. Aun no empezaba el concierto pero donde estábamos se empezó a llenar cada vez más, empezaron a fumar maryjane y la verdad es que no pude soportar más la falta de oxígeno. Me ahogaba, literalmente, mi amigo con el que fui, ni me paró bola. Necesitaba salir de ahí, pero no se podía, todos estaban muy pegados, y obvio mi amigo no quería perderse el lugar. Choco como siempre cuando se dio cuenta me sacó de allí, empujando, pateando y puteando al que no entendiera. Sali! Respiré y me sentí culpable, ya no estábamos ahí al piecito para que nos escupa en la cara si quería Axel, estábamos a un costado. Pero por suerte no pareció importarle mucho o no me lo dijo para que no me sintiera mal.
Empezó el concierto, me enamoré del guitarrista, me enamoré del viejo panzón que cantaba y cuando cantaron "Better", simplemente el tiempo se detuvo, era yo solita cantando la canción, gritándola, aullándola y Choco detrás de mi dejándome ser, como siempre.
Cuando se acabó el concierto debimos caminar muchísimo, ni señas de mi amigo de The Doors, cuando llegamos al hostal, él ya estaba allí, yo obvio fui con Choco, no tenía dónde hospedarse. Entramos y cada quien se fue a revivir el concierto a su modo, poniéndole la magia que cada cual creía necesaria.
miércoles, 19 de abril de 2017
Too much love will kill you
Late, late el corazón, late fuerte. En mi mente la misma frase se repite en loop infinito, sí, ¡esa! Too much love will kill you.
¿Y qué si pasa?
Las decisiones que tomamos nos acercan o nos alejan de nuestros objetivos, de lo que queremos. ¿Qué quieres? ¿Cuál es tu anhelo más profundo?
¡Ser libre!, que lo sé. ¿Cuánta libertad necesitas? ¿Cómo mides el nivel de libertad?
¿Qué quieres? ¿Por qué hurgas en heridas ajenas? ¿Por qué lo haces?, ¿sabes el daño que causas? ¿Solo importas tu? Cuan bien te puedes sentir viviendo una libertad inexistente, escondiendo la verdad de tus narices.
Serás libre el día en que entiendas que libertad no es hacer lo que te da la gana y no asumir consecuencias, sino el día en que por amor escojas dejar de hacer cosas que herirían a quienes amas y puedas ser transparente.
Qué bien se siente regresar a casa, a lo que te conecta a tierra, lo que te hace sentir cómo el mundo funciona en perfecta sincronización, donde puede pasar cualquier cosa y sabes que vas a estar bien. Luego te das cuenta de que es solo una ilusión, como cuando tienes mucha sed y encuentras ese pozo escondido en el desierto.
"Lo que embellece el desierto, es que esconde un pozo en cualquier parte"
Pero pasa el tiempo y te das cuenta de que todo sigue igual, de que puedes estar rodeada de miles de personas y te seguirás sintiendo sola, si ninguna de aquellas personas quiere realmente hacerte compañía.
"Los hombres de la tierra cultivan cinco mil rosas en un jardín y no encuentran lo que buscan. No lo encuentran nunca. Y sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua. Los ojos son ciegos, hay que buscar con el corazón."
Te dejo las estrellas, para que rías cada vez que las veas. Yo voy a hacerme responsable de lo que he domesticado y también miraré las estrellas de vez en cuando, quizás algún día la vida nos encuentre sonriendo al mismo tiempo.
Mona
sábado, 15 de abril de 2017
Preguntas
¿Cuántas veces te has hecho esa pregunta durante toda tu vida?
¿Será que los daños colaterales pueden ser mayores, podré vivir con las consecuencias después de que todo pase?
Si nos detuviéramos un segundo a hacernos estás preguntas, quizás no cometeríamos tantos errores.
Domesticamos a diestra y siniestra y no asumimos la responsabilidad que eso conlleva. Nos quedamos con partecitas de corazones de otros, dejamos incompletas historias que se creían con finales felices.
No sé cuántas veces hice daño, ahora que me pongo a analizarlo quizás el número sea gigante, no me di cuenta de muchas cosas, perdí la cuenta de las miradas tristes que dejé atrás tratando de convencerme de que así estaría mejor.
Incompleto!
Mona
Enviado desde mi iPhone
lunes, 10 de abril de 2017
Sueños cumplidos
viernes, 24 de marzo de 2017
Imágenes
Esta vez me acompañan mis dos amores y mi felicidad (y cansancio :P) no puede ser mayor, creo que pediré el pase acá.
Sigo agradeciendo día a día por todas estas bendiciones ❤
miércoles, 1 de marzo de 2017
jueves, 19 de enero de 2017
Aprender a apreciar
Lo que no apreciamos por estar ocupados tratando de obtener más dinero para comprar más tiempo.
No apreciamos que tenemos salud, que estamos bien físicamente y no dependemos de nada ni de nadie para andar libres por la vida.
No apreciamos que nuestros hijos estan sanos, están creciendo y aprendiendo de cada cosa que ven a su alrededor.
No apreciamos a la pareja que tenemos al lado, aquella que se levanta con una gran sonrisa y te dice que te ama todos los días, cuántas personas en el mundo no tienen eso y es lo que más anhelan tener.
¿Que si tengo que agradecer algo?
Tengo que agradecer muchísimo, tengo todo lo mencionado anteriormente, tengo que agradecer por tener un esposo maravilloso con sus perfectas imperfecciones, el que me apoya en todo lo que hago, quien siempre está ahí, quizás no sea un romántico empedernido o un bailarin, pero su mirada es sincera, su acciones hablan por él y me demuestran el amor que me tiene.
No es un poeta, no es un escritor o un narrador de historias de hadas, pero cada vez que me dice que me ama, realmente siento que lo hace, ya no tengo la duda de si es verdad o no cada vez que escucho esas palabras, y esa es quizá la más grande bendición.
Ahora probablemente si puedo afirmar eso de que Dios no nos da lo que queremos, sino aquello que realemente necesitamos. Para mi, lo que realmente necesito, es a él, con todo lo que no tiene y a lo que quizá en algún momento estuve acostumbrada, el tiempo supo enseñarme que vale más una acción que me haga sentir feliz en el momento, a una palabra que endulce mi oido y me haga soñar con un momento en el que sería feliz pero que nunca llegará.
El tiempo me enseñó que vale más tener a alguien que me ayude a cuidar mi jardin, que alguien que me regale rosas moribundas.
El tiempo me enseñó que es más importante darle mi tiempo a quien realmente demuestra que es feliz con mi compañía y no a quien yo pensaba que podría necesitarla.
domingo, 1 de enero de 2017
Feliz 2017
Gracias Dios por una vida plena :)
Mona
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